Asesoría técnica del olivar
Santa Cruz Ingeniería ofrece asesoramiento y regulación de las diferentes operaciones de cultivo:
Es importante antes de plantar el olivar, seleccionar la variedad de olivo adecuada para que se adapte al clima y a las características de la finca y para obtener el producto final que buscamos.
Santa Cruz Ingeniería está especializada y cuenta con la experiencia necesaria para ofrecer al cliente la mejor variedad que cumpla con todos los requisitos necesarios.
Antes de proceder a la plantación de olivar es importante preparar el terreno acorde a las características climáticas, edáficas y ecológicas del mismo. Como en cualquier plantación de tipo frutal o forestal, hay que procurar unas condiciones de suelo que favorezcan el desarrollo y expansión de las raíces.
Sin embargo, en muchas ocasiones, la estabilidad del terreno no permite determinadas labores preparatorias que tradicionalmente se han hecho siguiendo un plan prefijado (subsolado, desfonde, despedregado, eliminación de malas hierbas, drenaje, abonado de fondo y alisado del terreno para facilitar el replanteo) porque en determinadas condiciones favorecen la erosión del terreno. Nosotros realizamos un estudio previo y observar la homogeneidad del perfil del suelo, profundidad máxima de las raíces vivas y la existencia de capas del suelo que puedan dificultar el desarrollo del sistema radical del olivo (compactación, mal drenaje, salinidad, etc.) y posteriormente hacer las correcciones más apropiadas.
De esta manera disminuiremos labores preparatorias, que sólo servirían en muchos casos para poner el terreno en condiciones de ser erosionado con más facilidad.
Nosotros asesoramos en el diseño de nuevas plantaciones para cumplir con las siguientes condiciones:
· Facilitar la mecanización en general, y la recolección en particular, dado que éste es el capítulo de costes de más peso en la producción oleícola.
· Alcanzar el máximo rendimiento de producción (cálculos de radiación solar)
· Facilitar las prácticas de cultivo y el tránsito de maquinaria
· Facilitar la aplicación de fitosanitarios.
· Facilitar la lucha contra la erosión (implantación y manejo de cubiertas vegetales y labores)
· Hacer posible el riego.
Con nuestras actuaciones realizadas mediante la poda de formación durante los primeros años de la vida de los árboles, modificamos la forma natural de su vegetación, vigorizando o restringiendo el desarrollo de las ramas con la finalidad de darles forma y conseguir la máxima productividad.
Si el crecimiento de la plantación es vigoroso, al segundo o tercer año, una vez que los árboles nos han dado las primeras aceitunas, es el momento de realizar alguna intervención de poda que organice la copa del árbol y seleccione las futuras ramas principales, siempre con actuaciones de moderada intensidad. Esta es la forma de actuar, avalada por multitud de actuaciones en campo, y a veces no comprendida y seguida por los olivareros.
Estamos cuidadosos evitando podas de formación que al eliminar una parte importante del árbol ocasionen un desequilibrio en la relación hoja/raíz, debilitando la planta, disminuyendo su crecimiento y retrasando la entrada en producción. En olivos jóvenes se deben quitar las varetas o brotaciones adventicias de los troncos cuando estén aún poco desarrolladas y no se hayan lignificado.
Tradicionalmente el olivarero ha abonado el olivar sin identificar y analizar las necesidades nutritivas del olivar, haciéndolo de forma genérica y siguiendo cada año el mismo calendario de abonado o guiándose la experiencia de otros agricultores o comerciales de confianza. Además, en relación al resto de costes de cultivo del olivar, normalmente el abonado tiene un coste bajo, lo que incita al agricultor a abonar en exceso.
Actualmente numerosos olivareros son aconsejados por nuestros técnicos, basados en la capacidad productiva del olivar y métodos de diagnóstico como el análisis foliar, que determina el estado nutritivo del olivar, y los análisis de suelo, que informan de las características, contenido y comportamiento de los distintos elementos nutricionales contenidos en el mismos.
Estos programas de fertilización con base técnica procuran evitar la aplicación indiscriminada de fertilizantes. Esto reduce el peligro de contaminación de aguas subterráneas y superficiales, previenen desequilibrios nutricionales y optimizan el gasto de la explotación en fertilización.
El olivo es un árbol de clima mediterráneo, cultivado tradicionalmente en condiciones de secano con producciones aceptables y capaces de sobrevivir a períodos de notable sequía. Sin embargo, se ha comprobado en las últimas décadas que la práctica del riego aumenta de forma considerable la productividad del olivar, incluso con pequeñas aportaciones de agua.
El aumento de la superficie regada de olivar ha llevado a un conflicto de intereses por el uso del agua con respecto a otros cultivos y otros usos distintos al riego, debido a la escasez estructural de recursos hídricos en la región.
Nosotros concienciamos a los agricultores de la escasez del agua de riego y del uso racional que deben hacer de ella y aplican principalmente el sistema de riego localizado de alta frecuencia, fundamentalmente por goteo.
Santa Cruz Ingeniería se encarga de realizar las tres etapas de la protección integrada y aplicar la estrategia de lucha más eficaz contra las plagas y enfermedades en el olivar. Nuestra estrategia se fundamenta en tres etapas esenciales:
- La estimación del riesgo o vigilancia. Se realiza un seguimiento según protocolos establecidos, de las poblaciones de plagas y auxiliares, de la fenología y de las condiciones climáticas, evaluando así su situación fitosanitaria y los posibles riesgos. Proporciona la información pertinente para decidir acerca de la conveniencia de una intervención.
- Criterios de intervención. En el caso de plaga se juzga si existe riesgo para el cultivo o no, y para decidir si es necesario intervenir con algún método de control se sirve del umbral de tolerancia; en el caso de enfermedades la decisión de intervenir se toma evaluando el nivel de enfermedad y los factores climáticos y fenológicos que puedan influir en su desarrollo.
- La elección del método de protección. Se selecciona aquella estrategia de lucha más selectiva y menos tóxica que minimice los efectos nocivos para el hombre, para las especies cinegéticas, para el ganado y para el medio ambiente en general. Se da prioridad a los medios y técnicas de protección natural, biológica y biotécnica y a métodos específicos de lucha, minimizándose todo lo posible el uso de plaguicidas.
Asimismo, SCI está trabajando en la digitalización del manejo de las plagas y enfermedades en olivar.
Damos a los productores de aceite de oliva, las claves científicas para obtener un aceite de alta calidad evitando su degradación durante los procesos tecnológicos.
Asimismo, asesoramos estas empresas para desarrollar sus proyectos de I+D+i